Mr. Trazo

La elección de su nombre artístico Mr. Trazo, heredado de su etapa de graffitero, es el pseudónimo que ampara su yo, Mario Rodríguez. La mayor parte de sus quehaceres artísticos los desarrolla en el espacio público, siguiendo un imaginario que preserva en su obra de estudio, pero siempre con distintos objetivos y conceptos, así pues, es muralista y artista gráfico, indistintamente. En su obra establece diálogos bajo contextos y hechos localizados y concretos, a la vez que manipula ciertas teorías academicistas sobre los cánones de belleza para romper con ellos, y crear sus propias reglas formales que conexionen con sus pensamientos.

Desde los primeros momentos de su existencia y hasta la mitad de la década de los noventa, germina en el más puro ambiente bucólico y pastoril junto a su familia. Anterior a cualquier posible influencia que le estimulara a pintar sobre paredes, él ya las desconchaba con las uñas de sus manos, o usaba cualquier objeto embadurnado de alguna sustancia pringosa para pintarlas. Así, en un entorno natural con medios limitados, valoró aspectos de lo cotidiano, de apariencia insignificante, y que normalmente tendemos a ignorar, enseñándose a ser creativo, experimentando, y aprendiendo que con cualquier cosa se puede crear e inventar también otras. Escribió sus primeros tags y graffiti, durante la adolescencia, como una solución frente al anonimato, de ser uno más entre la masa social, hasta descubrir "la calle" como un soporte artístico de gran efectividad, que posteriormente explotó de una forma más intelectual cesando en su producción de graffiti no conceptual, vandálico y rebelde.